jueves, 8 de diciembre de 2022

Desde mi atalaya


 Desde mi atalaya no siento el vértigo que la velocidad imprime a mi vida. Puedo reclamar mi propia mirada pausada, mis lecturas, mis apuntes emborronados de poemas que murieron sin nacer. 

Desde mi atalaya solo quiero reclamar mi derecho a crecer interiormente, a retomar todo lo que el viento del tiempo casi se llevó por completo junto con las hojas de mi juventud, dejándome un pequeño vacío que trato de rellenar con fotografías, libros y otras armas de creación masiva.