El Sueño y el Camino

Es siempre extraño, a menudo inquietante, pero siempre es peculiar el modo que el sueño te atrapa en el viaje. Las primeras miradas te sorprenden pegado al cristal, mirando las gotas de lluvia que empapan el exterior. Centrando tu mirada en esos trocitos de cristal redondeados vas perdiendo la noción del color, del espacio, la oscuridad confunde las formas, los sonidos, los colores, hasta convertirlo todo en un único negro, que ya es vigilia y luego sueño.